Hace unas semanas en una escuela de negocios me preguntaban cómo tiene que actuar una gran empresa para superar una crisis económica como la que hemos afrontado en los últimos años. Puedo resumir mi respuesta en cuatro palabras: escuchar, decidir, actuar y explicar.

  • Escuchar a nuestros grupos de interés es imprescindible. Además es una herramienta necesaria y de gran utilidad para las empresas, pues nos permite conocer con antelación qué se espera de nosotros y qué aspectos debemos tener en cuenta a la hora de tomar decisiones de negocio. Nos concede, por tanto, un margen de tiempo para adaptarnos al contexto socioeconómico y a las necesidades y expectativas de nuestros stakeholders. Escuchar nos permite anticiparnos.
  • Decidir: La toma de decisiones es intrínseco al líder, porque la parálisis no conduce a ninguna parte si lo que queremos es que nuestras empresas crezcan, si queremos mantener y crear empleo y generar valor para nuestros accionistas y para la sociedad en la que desarrollamos nuestra actividad.
  • Actuar: Una vez tomada la decisión, se tiene que materializar en medidas concretas. Plan de acción o lo que en las compañías tiende a denominarse plan estratégico. Con acciones concretas y objetivos claramente cuantificables.
  • Explicar: Las decisiones y acciones realizadas hay que comunicarlas de forma eficaz. Apostar por la máxima transparencia es la clave para generar y mantener la confianza.

Entornos complejos, con crisis económicas como la que hemos afrontado en estos últimos años, han puesto de manifiesto que la anticipación y la transparencia son dos factores claves en la gestión empresarial, especialmente ante retos tan poliédricos como la competitividad en un mercado globalizado.

Geopolítica y economía global son factores que afectan al día a día de cualquier compañía. Inversores, mercados de capital, clientes, proveedores, socios, reguladores, empleados y sociedad en general están presentes, y así tiene que ser, en la toma de decisiones de cualquier gestor.