¿Es posible cumplir los objetivos del Acuerdo de París? Sí. Por supuesto que se puede. Es más, se puede y se debe.
Ayer, 22 de abril, se celebró el Día Mundial de la Tierra. En este tema, en los medios de comunicación suele haber más noticias negativas que positivas. Sin embargo, cumplir con los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático no es una opción. No es una alternativa más entre otras.
Para conseguir los objetivos del Acuerdo de París, parece necesario cambiar el discurso. Hay que empezar a verlo más como una oportunidad, como un reto que sirve de acicate para avanzar. También tenemos que aceptar que no siempre será una tarea sencilla, pero el futuro que se presenta ante nosotros es apasionante: ciudades más limpias, mejora de la calidad del aire, energía más asequible, nuevas formas de impulsar nuestros vehículos…
En el camino para que el futuro se más verde, es necesario un trabajo multidisciplinar y multisectorial en el que las diferentes administraciones nacionales e internacionales, las empresas y las personas tenemos un papel esencial. También la transformación del sector energético juega un rol clave en su impulso. Con la colaboración de todos, el cambio será más eficiente.
Estas son algunas cifras que hablan por sí solas de la magnitud del reto que tenemos por delante:
- El Acuerdo de París ha sido ratificado por 193 estados. Aunque ha habido bajas importantes, pocas causas consiguen un consenso mayor. Pocas ideas logran aglutinar a más gente, más talento, más esfuerzo. ¿Hay trabajo por delante? Por supuesto, pero lo logrado no es despreciable ni mucho menos.
- Las perspectivas a largo plazo en casi todos los países desarrollados son bastantes buenas. El porcentaje de energías más limpias es creciente.
- Según la Unión Europea, deberíamos consumir el 27% de nuestra electricidad a través de fuentes sostenibles para 2030. En muchos países, el porcentaje comprometido es más alto. Incluso las economías emergentes, de crecimiento más rápido, están avanzando en este tema. Otro caso significativo es el de China, uno de los países con más margen de mejora a nivel energético: en poco tiempo ha pasado de ser una nación muy dependiente del carbón y el petróleo a ser líder en fuentes de energía más limpias.
- Desde Enagás apostamos por un proyecto de futuro a largo plazo que asegure la transición hacia un mundo más sostenible y más limpio. Creemos que el gas natural, junto a otros gases renovables (biogás/biometano, hidrógeno…), será una parte clave de ese nuevo mix. En nuestro “Informe anual” se refleja que el gas es y seguirá siendo la fuente de energía más competitiva y limpia para satisfacer las necesidades térmicas, garantizando la viabilidad económica de la industria local. Aporta el respaldo y la flexibilidad necesarios para la seguridad, al mínimo coste, de un suministro eléctrico compatible con una alta penetración de fuentes renovables. Nuestra apuesta por el transporte, sobre todo a través del Gas Natural Licuado (GNL), es ambiciosa: es posible una nueva movilidad, menos contaminante y más eficiente, en la que este combustible jugará un papel esencial.
En este tema es necesario avanzar desde una perspectiva positiva e ilusionante. Los millones de personas que participaron ayer en las miles de iniciativas que se repartieron por todo el planeta son la mejor prueba de que el futuro está en buenas manos.